IMAGEN DE SANTA MARIA DE LA VICTORIA.
La imagen de Santa María de la Victoria es una escultura ejecutada en
madera policromada, sedente sobre roca y con Niño en el regazo. Su
autoría es una incógnita, si bien se barajan hipótesis entorno a Pedro
Millán y Juan de Figueroa (Siglo XV). Destacan su frontalidad de gran
empaque mayestático, rostro oval de serena expresión realista y pliegues
angulosos de los vestidos. En la mano derecha porta un cetro y sobre la
izquierda lleva posado un pajarito; a los pies figura la inscripción de
rasgos gotizantes de finales del siglo XV (+SANTAMDLAVITORIA+). El Niño
se encuentra en actitud de bendecir, es obra de Adrián Risueño (1943).
PATRONA
Por breve del Papa Pío IX fechado el 8 de diciembre de 1867 fue declarada oficialmente Patrona Principal de toda la diócesis de Málaga. Fue oficialmente coronada por el nuncio de Su Santidad, don Cayetano Cicognani, el 8 de febrero de 1943.
El 8 de septiembre se celebra la fiesta de Santa María de la Victoria, día festivo local en Málaga. En esta fecha, la Iglesia celebra la Natividad de Nuestra Señora, día en el que se concentran muchas advocaciones marianas.
Con motivo de su fiesta, el último domingo de agosto se traslada su imagen desde la Basílica y Real Santuario de Santa María de la Victoria hasta la Santa Iglesia Catedral Basílica de Málaga donde se le rinde culto en una novena. A la novena asiste gente de todas las edades, niños cofrades que se acercan a ver a su patrona.
El mencionado día 8 de septiembre tiene lugar una procesión en la que se porta la imagen desde la catedral hasta el Santuario de la Victoria, templo donde se halla habitualmente.
HISTORIA
En agosto de 1487, cuando después de tres meses de asedio, las tropas de
Castilla y Aragón no conseguían conquistar la ciudad. Según cuenta la
tradición el rey Fernando poseía en su oratorio una imagen mariana. En
un sueño del rey, un anciano intercedía y pedía ante la Virgen por la
consecución de la conquista. Ese mismo día llegaron a las estancias
reales unos religiosos enviados por San Francisco de Paula, para pedir
el permiso de fundación en España de la Orden de los Frailes Mínimos. Al
mismo tiempo llevaban una carta del fundador en la que a modo de
profecía indicaba al rey, que no levantase el cerco porque en tres días
la ciudad caería en sus manos. El monarca entendió su sueño como una
revelación divina y reconoció en el anciano a San Francisco de Paula y
por tanto que la responsable de la victoria, era la imagen de la Virgen
que tenía en su oratorio. Tres días después, 19 de agosto, la ciudad
comenzaba un nuevo capítulo de su historia.
REAL HERMANDAD DE SANTA MARIA DE LA VICTORIA
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